Esta imagen podría ser, en semiótica, un símbolo de nuestra existencia. Sobre un substrato más o menos perenne (la tierra) nos ubicamos, radicamos. Y la vida (racimo exiguo) se encuentra entre los muertos (sarmientos). Los muertos pesan mucho, muchísimo, nos hacen sombra. Si existe un equilibrio, entre unos y otros, este es asimétrico. Si tratamos de despejarlos, y enviarlos al fuego, obtenemos solo una tregua...reaparecen. Siempre hemos convivido con ellos, por algo será.
Vivo en este momento cierta distanciamiento por el mundo blog. Irremediable cuando uno lleva años publicando.
ResponderEliminarCuando encuentro por azar blogs como el tuyo y entradas como esta a la que comento, me dan súbitas ganas de superarlo.
Un saludo.