De los orígenes históricos de aquella casa solariega, que perteneció al Barón de San Luis, nunca nos hablaron en clase. El colegio era público y asesorado por los Jesuítas en aquellos años, pero salvo el Padre Espiritual el resto del claustro docente eran seglares. Teníamos un director mallorquín y farmacéutico, creo que también era falangista aunque nunca lo publicitó. De los profesores los había de toda casta, un exalférez provisional, un rojillo valenciano, un joven de Soria, lánguido y muy alto, un maestro aragonés pura cultura, un alcohólico de Reus, y un expolicía armada. También los había muy ancestrales, de Lérida. Tuvimos a un cura pederasta que a mi solo me besaba las manos cuando me confesaba pero que con otros alumnos la cosa pasó a mayores por lo que el director tomo cartas en el asunto y amenazó a las autoridades eclesiásticas con tirarlo por la ventana. A los pocos días lo trasladaron como capellán a una leprosería de Alicante. En su puesto llegó un gran hombre, también sacerdote jesuíta, que nos enseño el mundo y nos llevo de campamento a Ibiza, en los tiempos de Pink Floyd. ¿Extraño?. Puede, pero no lo creo.
Estas son algunas de mis reflexiones, mejor que recuerdos, que tal vez no vayan ninguna parte, pero si algo es obvio es que desde aquel tiempo atrabiliario de Can Baró he llegado hasta aquí. No es apología del pasado, no es pensar que el ayer fue mejor, es simplemente reconocer que cada cual debe recomponerse con los restos del naufragio intransferible de su adolescencia.
Hice buenos amigos, y aún conservo algunos con los que incluso me veo y con los que me comunico por internet, porque la amistad nunca fue reprimida en aquel tiempo, y con la amistad se puede superar hasta lo más aciago.
Todavía existe mi colegio, es el de la foto, con su tejado ondulado de dos aguas recogiendo y drenando las lluvias y las esperanzas de quienes allí nos educábamos. Sentado a horcajadas, en la arista roma de ese tejado siglo XVIII, vi claro el inmutable entorno social: hay gente buena y gente mala, por partes iguales, entre ricos y pobres, solo la grandeza interior define a las gentes. Que no se nos olvide.
me encanta tu escrito yo estudie en la decada de los sesenta - setenta y realmente alli entre aquellas paredes viviran siempre muchos momentos y recuerdos....un saludo.
ResponderEliminarYo tambien estudié en el colegio Can Baro ,creo recordar que desde el 64 hasta el 70, conocí al director mallorquín el Sr. Rueda, por cierto jugó en el Mallorca,nos contaba a veces sus batallas en la guerra civil y efectivamente era farmacéutico tenía una farmacia en la plaza Joanich.En cuanto al padre Palau como comentas era un cerdo de cuidado,yo deje de ir a confesar,porque empecé a ver que hacía cosas extrañas y siempre quería que le contara los pecados de la carne,menudo vicioso.En cuanto al profesorada había de todo,profesores entrañables que nunca olvidaré y otros que eran verdaderos cabestros y cuando se les cruzaban los cables te molian a hostias,en fin tengo mil cosas que contar .Por último se me olvidaba ,te diré los profesores que tuve, en primero la Sra del Sr.Vila no recuerdo como se llamaba , en segundo al Sr.Vila, en tercero al Sr. Viñas ,en cuarto al Sr. Blasco, en quinto otra vez al Sr. Viñas y en sexta al Sr.Ciria y al Sr. Canto.Bueno compañero encantado de haber compartido contigo los recuerdos,un abrazo .
ResponderEliminarNo me refería al Padre Palau, que fue una grandísima persona, sino a otro anterior, cuyo nombre no citaré por respeto, Aclaración importante
EliminarLeyendo estos comentarios me transporto en el tiempo y recuerdo mi paso por el colegio Sagrado Corazón de Jesús (filial Ausias March) entre los años 1965 y 1975. Profesores, recuerdo en Párvulos a la Srta. María, en 1º al Sr. Vila, y sus pesebres artesanales que construía en clase, en 2º al Sr. Llavería y su afición al violín, en 3º al Sr. Martinez, en 4º al Sr. del Pozo y sus palos "correctores" llamados Paca y Esther. A partir de 5º se inició el nuevo programa de estudios EGB, con la incorporación de nuevos profesores y profesoras, con nuevos métodos y un nuevo estilo educativo. Difiero mucho de la opinión negativa a cerca del Padre Palau. Este hombre hizo una gran labor por la juventud del barrio. En un barrio sin centros sociales para el entretenimiento de los chicos y chicas, este hombre se preocupó muchísimo por inculcar nuevos valores y evitar caer en la delincuencia, mediante la promoción de actividades deportivas. Creó un equipo de basket, de balomnano, de futbol, hacía posible la proyección de cine los sábados por la mañana en la sala de actos, instalaba dos piscinas portátiles en el patio del colegio, durante los meses de verano, etc. Uno de sus ultimos proyectos también fue promover la creación del Agrupament Escolta Can Baró en 1974 y que este año celebra su 40 aniversario y con ganas de celebrar muchos mas. No me parece justo ensuciar la imagen de esta persona que tanto hizo por el barrio y tan poco se le ha reconocido. Merecería tener una calle, un pasaje o una plaza del barrio con su nombre.
ResponderEliminarNo me refería al Padre Palau, que fue una grandísima persona, sino a otro anterior, cuyo nombre no citaré por respeto, Aclaración importante
EliminarJuan V
ResponderEliminarMe gustaría ampliar información sobre el padre Palau. Este año hace 100 años de su nacimiento y estoy trabajando en su biografía. Me podrías ayudar? Con tus experiencias, vivencias, o conociminetos sobre él.
Enviámelo s rafael.h.c@hotmail.es
Gracias
Si alguien mas me puede ayudar, encantado.