viernes, 26 de noviembre de 2010

RESETEANDO LA AZOTEA


Salvífico y restaurador fue el desparpajo de aquellos años cincuenta. Mienten, como bellacos, quienes reniegan de aquel pulso con la nada, y eso que fuimos actores sin papel de un largometraje en blanco y gris. Los latidos atenuados de mil noches de radio, amenizadas por orquestinas de pluriempleados, tuvieron, como no, su mármol y su día. Hambrunas de escabeche y pan duro, descojonándose de los que tropezaban con los adoquines, y entre suspiros de España una lejana lucidez de maestros en los cuatro puntos cardinales. No miro a otra parte ni justifico ningún abuso, sobre todo ahora cuando de todo se abusa. Si una canción enternecía era por su carisma redentor de la miseria, y la miseria de despiojaba con furiosos dedos rascándose la cabeza. Ni oscuridades ni amaneceres, aquellos años resolvieron el gran error de la rabia irracional .Dentelladas de gatos celosos desafiando tejados y terrados en la innoble tradición de la ridiculez hispana, mordidas del estraperlo, propinas corruptas, brazos incorruptos, y orgullo patrio orlado en palmas secas de domingo de Ramos. Sería coincidencia pero nos tocó salir de las tramoyas y representar la única obra en repertorio de aquella tragicomedia polvorienta que nos hacía reir y también llorar. Flores en el pelo de las cupletistas y borracheras de clarete para incendiar rastrojos en tardes rojas y gualdas. Se dirá que no, se negará tres y tres mil veces, pero al final….,sin remedio, no hubo otro camino que andar. ¿Cansados?. Nunca, transitamos un paisaje feo en el viaje ferroviario de los años. Tiznados de carbonilla y ojerosos de monotonía, pero la vieja locomotora besó los topes del futuro y llegó, llegó con años de retraso a una frontera escarpada. A pie de andén yacen las colillas del ayer, yo me resisto a olvidar y no quiero maldecir, por las venas fluyen sangres de vinagre y de turrón, reliquias al fin y al cabo de lo que nos tocó vivir.

jueves, 11 de noviembre de 2010

EL REGRESO DE "ELS FUMS"


El pasado sábado inciamos la grabación de un nuevo CD de "Els Fums". Nuevas composiciones dentro de la línea propia pero con un toque rockero ya que, no en vano, surgimos en la década de oro del rock. De eso hace 41 años y lo curioso es que sonamos mucho mejor que en aquellos tiempos. No se si es la madurez o la implicación, pero así es. Hay dos temas que me gustan especialmente, "La noia d'els mil noms" (Josep Mª Vaqué) y "Quan ella torni a port" (compuesta por mí). La primera es un bella canción, que derrama una nostalgia hermosa y se acurruca en el sentimiento esencial del auténtico amor por una una mujer y de ninguna en concreto. La segunda, que escribí hace muchos años cuando ya no existíamos "Els Fums", tiene un tempo rockero y desgrana esa soledad de la espera del amor que tiene que regresar despues de haberlo perdido. En cierta forma tienen, ambos temas, algunas claves en común. Posiblemente exista alguna razón básica, y es que los de mi generación apostamos por una renovación que nunca llegó tal y como imaginábamos, pero que aún ahora seguimos esperando y no la damos por perdida. Es posible, también, que no lleguemos a ver ese mundo de paz y concordia, de amor integral sin límites (nada de sexualidad cutre y obsesiva), pero que en este revival musical lo estemos recreando como una lejana promesa que por fin llega a nuestro pequeño puerto de sentimientos artísticos.

No fuimos hippies pero si muy naturales, no fuimos soldados pero si luchadores, y tampoco orientalistas pero si espirituales. Creo que las diez canciones continen esos ingredientes que siguen presentes en nuestro interior. Será un buen CD.

lunes, 1 de noviembre de 2010

MI NIETO


Ha llegado en la madrugada del 30 de octubre, otro noctámbulo como yo. Me preguntan qué se siente al ser abuelo, y solo tengo una respuesta: felicidad. Es una prolongación humana del sentimiento, un continuo de emoción que se remonta a los seres ascendientes y pasa por los descendientes como un camino hermoso que se abre paso hacia el futuro. Oriol es del futuro pero comparte este presente espléndido de amor. Gracias por llegar y gracias por seguir. Esa madrugada queda anotada en nuestras memorias, y más allá de ellas, en el equilibrio del espacio-tiempo, en el misterioso devenir de la existencia de cuantos poblamos el mundo. No me quiero poner trascendente, porque lo autenticamente trascendente es mi nieto. Crecerá en el entrañable seno de la familia y en el océano de su realidad. Se hará con nuestros legados, para bien o para no tan bien, y llegará a ser él, a new kid in town.

Bienvenido, chaval