Hace casi cuatro años inauguré
este blog personal, y fue gracias a una invitación que me hizo la responsable
de otro blog colectivo titulado Trazando
Caminos. Con cierta periodicidad he
ido añadiendo escritos (lo que ahora
llaman post) hasta llegar a los 125, a día de hoy. Al hacer balance de ello he comprobado que su
calidad y su contenido no alcanzan el aprobado, como así lo reflejan las
estadísticas, por lo que he decidido ponerle punto final.
Antes de terminar quiero dar las
gracias a cuantos han tenido la deferencia (y la paciencia) de leerlo y de
hacer comentarios, así como pedir disculpas a quienes se hayan sentido
contrariados por mis opiniones, muchas veces desacertadas, Nada mejor, a partir
de ahora, que librarles de un diletante literario de medio pelo que reconoce,
eso sí, lo improcedente de atorrar sin profesionalidad alguna a lectores y
lectoras. Les pido disculpas.
En estos cuatro años no han pasado
muchas cosas relevantes, pero ha sucedido algo muy trascendente: ha pasado el
tiempo. Tengo la sensación de que los humanos somos poco consecuentes con
ciertas ideas, como la de la brevedad de la vida. Nos quejamos de lo corta que
resulta pero olvidamos que la dilapidamos miserablemente en el ostracismo, la
inacción, y el aburrimiento.
A los amigos un fuerte abrazo, y
a los lectores anónimos también.