
Lleva ahí miles de años, y nos observa. Creo ahora nos mira con cierta displicencia, y no es para menos. Al margen de ello estoy convencido de que algún día se podrán descifrar los sentimientos y los pensamientos que ha captado este elemento perdurable. Y lo hicieron, expresamente, perdurable, con la voluntad de legarnos lo acontecido en aquellos tiempos. No es una simple piedra. Es un enorme disco duro que contiene más que información.