domingo, 30 de junio de 2013

Wert


Será antipático, adusto y, en apariencia, duro e insensible. Lidera una controvertida reforma educativa llena de inconvenientes y oposiciones que ha levantado ampollas en amplios sectores de la sociedad y en la Comunidad Docente. En definitiva, le ha tocado bailar con una de las más feas y su popularidad está bajo mínimos, pero… no va desencaminado. Este país se ha ido llenando de indolencia  en las aulas a costa de veleidades partidistas de los políticos y de mediocridad profesional entre los maestros. Ante los datos negativos registrados algo había que hacer, aunque no sé si se ha llegado en tiempo y forma.

         En materia formativa hay que exigir, claro que sí, y poner el listón alto  en los niveles de competencia de alumnos y profesores. Durante las últimas décadas se ha perdido calidad intrínseca y extrínseca en la Enseñanza, es decir en la que posee objetivamente el sistema educativo y en la que percibe  subjetivamente la sociedad. Esto es evidente, de ahí que la propuesta de Wert sea de perfil clásico. ¿No se asemeja este estilo al que existía en la generación previa que sustentó el cambio democrático? Sí, decididamente. En aquellos años setenta no se regalaba el pasar de curso, ni se daban aprobados “políticos”, las becas se acreditaban con notas mayores que un 6.5, y las relaciones alumno-profesor variaban muchísimo a nivel personal, no eran el cuerpo de doctrina, lo fundamental era aprender y demostrar con el duro esfuerzo del estudio lo aprendido. Parece una perogrullada, pero al final es lo único consistente y exitoso. Disquisiciones aparte, si hay un mínimo rumbo para la enseñanza es volver a la seriedad educativa, a la exigencia, y a la calificación objetiva por méritos. Las referencias de ello se encuentran en la filosofía griega, que muchos políticos y profesores deberían releerse (o leerse por primera vez) estas vacaciones bajo la sombrilla de la playa.

      Yo no hubiera rebajado el 6,5, Aminorar esfuerzos solo conduce a la depresión de cualquier sistema, mal que le pese a la opinión pública.

sábado, 15 de junio de 2013

Democracia.0





         Habrá que hacérselo mirar. La Democracia.0 no funciona. Puede que Churchill tuviera razón con aquello de que a pesar de todo es el mejor de los sistemas políticos, pero  el estadista era un hombre inglés que fumaba excelentes puros habanos donde le venía en gana. Ahora la cuestión de fumar es distinta, en aras a la perniciosidad broncopulmonar, coronaria, y ecologista.  Hemos pasado de un crimen pasional al año ,detallado por El Caso, a sesenta y tantos por violencia de género (qué melifluidad para llamar a un crimen). Hemos pasado de media docena de grandes corruptos y favorecidos por el viejo Régimen a más de 6000, conocidos, y al menos otros tantos desconocidos. Hemos pasado de una escuela adusta, pero efectiva laboralmente, a un 30% de fracaso escolar y a una legión de jóvenes sin empleo ni oficio ni beneficio. Y sobre todo, hemos perdido màs del 88% de alegría, exactamente el mismo porcentaje de la Deuda en relación al PIB. Desastre total.

         El país se ha vuelto confuso, maquinero, maquinador, muy tosco, mucho más que en aquellos tiempos, y ya  es decir. Los proxenetas de la Libertad (contertulios radikales, plataformistas, y pseudoprofesores izquierdistas o ciudananistas) campan a sus respetos exigiendo unas utopías más cercanas al misticismo teresiano que a cualquier análisis objetivo basado en  evidencias. Me recuerdan a aquellos predicadores dominicales de antaño que daban recetas de cocina en la pre-cuaresma para evitar que un despiste culinario hiciese incurrir a una familia entera en el pecado, es decir que por añadir un hueso de ternera al caldo de verduras, un viernes, te jugases una eternidad abrasándote en el infierno. Pues algo así. Son así de simples.

      Y la perspectiva, el futuro, no es tan incierto. A corto o medio plazo seguirá todo igual. Ricos de solemnidad manejando el cotarro, como siempre, abriendo sus bocas de perlas blancas para “quejarse” espúreamente. Remunerados de la Administración, un impresionante ejército que cobra puntualmente con media paga extra menos, murmurando en foros, bares y terrazas de lo mal que están las cosas. Subsidiados adaptados a la justeza que siguen abonados a Gol TV aunque tengan poca liquidez. Inmigrantes a la espera de volver a la sabana africana. Jóvenes, la generación mejor preparada de la historia, con pantalones llenos de chinazos y haciendo botellón. Neurásténicos o afectos del síndrome de Munchausen reclamando independencia.  Y políticos, políticos, bien pagados, bien follados, bien transportados en clase business. Defraudadores, centrocampistas, abanderados de la marca España, traficantes de armas, de droga, jueces estrella languideciendo en un marxismo multiorgásmico, hermanos del hermano de un Consejero autonómico, hijos nietos y de más familia, todos revueltos en el merengue.

           
            Qué distinto sería si por tanto mal se pagase en justa proporción, sin garrote vil y sin infierno, pero en el purgatorio de Alcalá-Meco (oportunidad para reactivar la Construcción en España mediante un macroproyecto carcelario). A un año de condena (cumplimiento íntegro de la  misma) por millón robado, y es una propuesta generosa, razonable, y aplicando una doctrina progresista.


jueves, 13 de junio de 2013

Un Dios prohibido


 
 
            No iré a ver la película “Un Dios prohibido”. Es mi “basta ya” personal contra la leña que alimenta  las brasas, o el fuego, de aquella lamentable contienda y todo lo que había sucedido y sucedió después de ella. Tanta necrofilia, en los dos bandos, me incomoda hasta el punto del absurdo, me subleva contra esa escalada de pesaje de  tropelías, bien que durante algunos años los entonces vencidos hayan reivindicado su silencio obligado durante el franquismo. Pero ya no más, aunque queden muchos interrogantes sin explicar, aunque nunca se llegue a saber todo acerca de los delitos cometidos por las dos partes, aunque queden cuentas pendientes, es hora de pasar página y comprometerse al “nunca más”.

            Películas  sobre la guerra civil se seguirán produciendo y realizando como recurso cinematográfico lucrativo, Queda taquilla todavía, y eso es lo más nefasto, sean éstas del signo que sean. Dicho sea de paso, dentro de pocos años, si el ritmo de entregas  de este género prosigue, se acabaran rodando mas metros de cinta que lo que duró en tiempo real aquella guerra. Otro absurdo. Magnificar el horror es casi lo mismo que alimentar monstruos, monstruos residuales en estos tiempos pero monstruos al cabo. Si todos hemos sufrido, indefectiblemente, la impronta de aquella tragedia deberíamos estar ya en condiciones de conciliar un punto final como herederos directos de una época negra de nuestra historia. Eso sería grandeza.

            Barbastro fue, durante aquellos años, un lugar especialmente cruel, aunque nadie podría establecer una clasificación nacional al respecto. Mientras los unos asesinaban, no en combate, los otros también Mientras unos perseguían, bajo las sospechas más que peregrinas, los otros también. Mientras se encarcelaba a las personas, a las ideas, a la mismísima Libertad, se consumaba el hundimiento de la gran aspiración de todo ser humano: vivir en paz. He ahí la gran tragedia. Pueden argumentarse jurídicamente o éticamente las responsabilidades de la contienda, y condenar, y sentenciar, pero la historia al final solo sirve para no volver a cometer el mismo error.

            Me quedo con las palabras escritas por mi abuelo a mi abuela la última noche de su vida antes de ser fusilado en 1938: perdonadlos. Y  nuestra familia así lo ha hecho.